La
obra de Raffello di Sanzio, conocida como “La Muda”
ha revelado algunos de los secretos que guardaba entre sus pinceladas,
que han sido dados a conocer en el marco de las actividades por
el quinto centenario de la muerte del pintor.
La pintura, procedente de la Galería Nacional de Las Marcas,
de Urbino, se encuentra actualmente en las Escuderías del
palacio romano del Quirinale, Roma, que debía acoger a
una gran muestra sobre Rafael pero que está cerrada a causa
de la pandemia de coronavirus.
Realizado al óleo sobre madera, el retrato de 64 x 48 cm.,
representa sobre un fondo oscuro, sin ninguna visión paisajística,
la imagen de una mujer ataviada con ricas vestimentas que denota
su origen burgués, con su mirada fija hacia el espectador,
el semblante sereno, un sobrio crucifijo al cuello y las manos
sobre el regazo.
La obra presentaba un precario estado de conservación,
con numerosos agujeros y galerías internas por la presencia
de insectos, explica en un vídeo Francesca Ciani Passeri,
de la dirección técnica del “Opificio delle
pietre dure” florentino.
Por ello primero fue desinfectar la obra. La fase más delicada
fue la limpieza de la obra, cubierta por numerosas manchas y con
un aspecto amarillento, así como arreglar los agujeros
que la salpicaban, rellenándolos con cánulas y dándoles
color para recuperar su equilibrio cromático.
Otro aspecto interesante ha sido conocer el proceso creativo en
la elaboración de este retrato. Por lo que se recurrió
a la reflectografía infrarroja que ha arrojado imágenes
en distintas frecuencias de onda sobre los trazos bajo el óleo.
De este modo, se ha averiguado que el boceto original era "un
poco" diferente respecto al resultado final.
Rafael hizo algunas correcciones durante la pintura, con "cambio
notables" en las manos, en principio en otra posición,
en la postura de la espalda y también en algunos rasgos
del rostro de la dama.
El Ministerio de Cultura italiano ha divulgado la restauración
de este cuadro con motivo del V centenario de la muerte de Rafael,
pero también en el marco de actividades a través
de Youtube para aliviar las jornadas de confinamiento de los italianos
por el coronavirus.
Rafael estuvo poco tiempo en Florencia, pero suficiente para realizar
una magnífica serie de retratos entre los que destaca el
de esta mujer, conocida con el nombre de “La Muda”
(Ritratto di donna), fechada en 1507, antes de su ida a Roma para
trabajar en la decoración del Vaticano. En la ciudad del
Arno Rafael comenzó a imitar a Miguel Ángel, a Fray
Bartolomeo della Porta, y sobre todo, como es evidente en esta
obra y en sus demás géneros pictóricos, a
Leonardo da Vinci. El esquema está sensiblemente inspirado
en el retrato de “La Gioconda”, pero aquí se
ha perdido el misterio de la luz y la enigmática expresión
de la sonrisa. |
|
|