Los primeros restos del Palacio
de Axayácatl se hallaron hace tres años durante
los trabajos de remodelación, y ha sido ahora cuando
un equipo de expertos del Instituto Nacional de Antropología
e Historia de México decidió excavar 12 pozos
de sondeo de 1.5 metros de profundidad en el patio del Monte
de Piedad.
Entre los objetos encontrados destacan los restos de un muro
de piedra y argamasa, que se cree fue utilizado como soporte
para el edificio actual a mediados del siglo XVIII, habitaciones
con sillares en las que se puede admirar una representación
de Quetzalcóatl, y trozos de lo que fue un suelo compuesto
de lajas de basalto. Todo ello, corresponde, según las
conclusiones de los arqueólogos, a la antigua residencia
del tlatoani Moctezuma Ilhuicamina, al patio central del Palacio
de Axayácatl y a las Casas de Axayácatl, las cuales
se convirtieron en las Casas de Cortés tras la Conquista.
A todo el conjunto se le conoce con el nombre de Casas Viejas
de Axayácatl la residencia de este gobernante mexica,
que dirigió los destinos de Tenochtitlan entre 1469 y
1481, y que ha pasado a la historia por haberse convertido durante
el reinado de su hijo Moctezuma Xocoyotzin en la residencia
de los españoles que en noviembre de 1519 entraron en
la capital azteca. También fue el escenario de sucesos
como el secuestro y muerte del tlatolani mexica o la precipitada
huida española en junio de 1520, un episodio conocido
como la Noche Triste.
El hallazgo responde preguntas acerca de ese momento clave en
la historia de México en el que Cortés y su comitiva
llegaron a Tenochtitlán y tuvieron el primer contacto
con los gobernantes mexicas. Recién llegado a la ciudad,
Cortés se hospedó en este lugar, y existen indicios
de que modificó el espacio y creó un lugar dedicado
a las misas.
Una vez que las Casas de Axayácatl pasaron a manos de
Cortés, se estableció ahí, en 1525, el
primer Cabildo de la Nueva España, y hacia 1529, la sede
temporal del Marquesado del Valle de Oaxaca. Luego el espacio
fue heredado por el hijo del conquistador, Martín Cortés
Zúñiga, quien 19 años después fue
expulsado del Virreinato por una presunta conspiración.
Con el tiempo, las casas cambiaron de dueño, y empeoró
su condición; hasta que en 1863 las instalaciones fueron
adquiridas por el Sacro Monte de Piedad, una organización
sin fines de lucro fundada por el filántropo español
Pedro Romero de Terreros. Hoy, en pleno siglo XXI, este edificio
de tezontle rojo y cantera blanca aún es la casa matriz
de esta institución.