El cuadro robado, que representa
a Salvator Mundi, estaba colgado en el Museo de San Domenico
Maggiore de Nápoles, que forma parte de un famoso complejo
monástico del centro histórico de esta ciudad
del sur de Italia.
Según el fiscal de Nápoles Giovanni Melillo, no
se había registrado ninguna denuncia de robo. "Nos
pusimos en contacto con el responsable del recinto, que no estaba
al tanto de la desaparición ya que la sala donde se conserva
el cuadro no se había abierto en tres meses", explicó.
Los museos italianos han estado abiertos muy poco desde hace
una decena de meses debido a la epidemia del coronavirus.
La investigación está en curso, pero "es
plausible que sea un robo patrocinado por una organización
que se ocupa del comercio internacional de arte", añadió
en rueda de prensa Melillo.
La obra fue encontrada el sábado pasado en la parte superior
de un armario, en casa de un comerciante, de 36 años,
que afirma haberla comprado en "un mercado de pulgas"
(objetos varios, antiguos y nuevos).
Alfredo Fabbrocini, que dirigió la operación policial,
se refirió a una investigación "compleja"
y expresó su "gran satisfacción por haber
restituido un bien de tanta importancia para la ciudad de Nápoles".
Este lugar que ha sufrido robos en el pasado, alberga una colección
de obras de arte importantes, algunas de ellas ya han pasado
para su custodia a museos de Nápoles, como es el caso
de cuadros de Caravaggio, Rafael y Tiziano.
La obra encontrada en Nápoles es un óleo sobre
madera, pintada casi con total seguridad por uno de los ayudantes
de Leonardo. Aunque no se sabe a ciencia cierta quién
es el autor de esta copia concreta, el museo napolitano cree,
según aparece en su página web que la teoría
"más convincente" es que sea Girolamo Alibrandi,
alumno del conocido pintor.
La iconografía del Salvator Mundi se inspira en una representación
de Cristo de la época bizantina, retomada en primera
instancia por pintores flamencos. Se cree que la pintura fue
creada en Roma antes de ser llevada a Nápoles por Giovanni
Antonio Muscettola, enviado y asesor del emperador Carlos V.
La volvió a la capital italiana en 2019, cuando fue cedida
a la Villa Farnesina para su exposición “Leonardo
en Roma”.