Ya han pasado dos semanas desde
que el artista Marc
Montijano (Vic, Barcelona, 1978) realizase en Madrid
la performance España Negra. Involución. Un trabajo
en el que reflexionó sobre el crecimiento del “fascismo”
en España y la permisividad y pasividad hacia el mismo.
Una acción, visualmente muy potente, que hablaba de homofobia,
de racismo e intolerancia, en definitiva, del retroceso social
y el peligro que conlleva permitir que germinen y crezcan estos
sentimientos de odio. Un retrato de nuestro tiempo, lógicamente
bajo su óptica y pasado por el filtro de su característico
universo artístico.
Durante la performance, que llegó a la hora y media de
duración, un grupo de personajes en estado de metamorfosis
compartieron espacio con varios elementos con una fuerte carga
simbólica, creando un ambiente opresivo que invitaba
al público a la reflexión. Montijano planteó
un trabajo comprometido, sobre el presente, no solo de España,
sino de numerosos países, articulado entorno a dos antiguas
banderas franquistas. La respuesta del público fue apabullante,
no sólo por la expectación que logró, sino
por la acogida que tuvo, llegó a formarse una gran cola
para poder ver la acción.
En la entrada dos personajes vestidos de negro recibían
a los asistentes portando un cirio procesional encendido. Seguidamente
se encontraban, con una de las imágenes centrales de
esta performance, un personaje desnudo en una silla de ruedas,
dispuesto frente a una antigua bandera falangista. Bandera ajada
por el paso del tiempo, que durante el franquismo ondeó
en la fachada de un local de la Sección Femenina, la
rama femenina del partido Falange Española. Varios personajes
más en estado de metamorfosis se encuentran repartidos
por la galería, castigados, de cara a la pared. En otro
punto, una pareja se abraza con fuerza delante de otra bandera,
también real de época franquista, con la cruz
de borgoña. Una imagen muy bella llena de esperanza,
que se contrapone al odio y la intolerancia, y con la que el
artista quiere transmitir que aún queda un resquicio
para el entendimiento.
La idea de esta perfomance nació como respuesta a la
manifestación del 18 de septiembre de este año
en el que un nutrido grupo de neonazis recorrieron el centro
de Madrid profiriendo gritos como "fuera maricas de nuestros
barrios" o "fuera sidosos de Madrid". Un acto
que como ha calificado el artista “es una prueba de la
involución social, de la regresión que estamos
viviendo”.
De hecho la frase "fuera maricas de nuestros barrios"
Montijano la utilizó como lema en una pegatina que se
le entregó a todos los asistentes. Sobre la bandera diseñada
por Daniel Quasar en 2018, que suma a la popular bandera multicolor
que desde finales de los años 70 ha simbolizado la diversidad
y el orgullo de la comunidad LGTB, la del colectivo transgénero.
Un trabajo ácido y crítico, que se ha hecho esperar,
su anterior performance fue en octubre de 2019, como indica
el artista: “Desde hace tiempo, sólo muestro mi
mundo en ocasiones muy especiales, cuando me apetece reflexionar
sobre un tema que me importa”. Marc Montijano, cada vez
más alejado del mercantilismo y la sobreexposición
del arte, selecciona muy bien los proyectos en los que participa.
Compaginando la creación artística, con la investigación
y la docencia universitaria.
La performance tuvo lugar el sábado 6 de noviembre, desde
las 19:30 de la tarde en Factoría de Arte y Desarrollo,
Madrid.