Françoise Gilot, compañera
sentimental de Pablo Picasso durante diez años, con el
que tuvo dos hijos, Claude y Paloma, falleció el martes
a los 101 años en un hospital de Manhattan (Nueva York).
La pintora trasladó su residencia en los años
ochenta a los Estados Unidos, donde adoptó la doble nacionalidad.
A pesar de haber estado siempre vista como una de las mujeres
de Picasso, Gilot llegó a ser una gran artista, de hecho
su obra se expone en el Museo de Arte Moderno de Nueva York
(MoMA), el Metropolitan neoyorquino y el centro Pompidou de
París, entre otros grandes museos.
Nacida en Neuilly-sur-Seine, cerca de París en noviembre
de 1921 en el seno de una familia acomodada, fue la única
hija de un empresario y una acuarelista. Estudió filosofía
y literatura inglesa en la Universidad de Cambrigde, pero lo
dejó todo para dedicarse a la pintura ayudada por su
madre, que contaba con formación artística y que
guio sus pasos con los pinceles desde pequeña. Su padre,
a quien describió como una figura autoritaria y en cuya
sombra podría rastrearse la presencia del también
dominante Picasso, quiso disuadirla, empujándola a estudiar
ciencias o derecho. Pero cuando estalló la Segunda Guerra
Mundial, Gilot ya era pintora a tiempo completo. Tras la ocupación
de París en junio de 1940, participó en protestas
contra los nazis y fue detenida brevemente y puesta bajo vigilancia.
Se trasladó a vivir con su abuela para poder dedicarse,
sin enfrentamiento paternal, a la pintura. Sin embargo al poco
tiempo conoció al pintor malagueño, algo que no
le resultó todo lo beneficioso que cabría esperar.
Gilot conoció a Picasso en 1943, ella tenía 21
años y él 61. Si bien es cierto que pintor y artista
mantuvieron un idilio de 10 años en el que nunca se casaron,
pero sí tuvieron dos hijos.
Al cabo de ese tiempo fue ella la que puso fin a esa relación,
la única mujer que dejó al pintor, de hecho. Este
al ser abandonado le dijo en un ataque de ira: “¿Te
crees que alguien va a interesarse por ti? Jamás lo harán
sólo por ti: incluso las personas que crees que te aprecian,
sólo será una especie de curiosidad por una persona
cuya vida rozó la mía tan íntimamente”.
Pero se equivocó. En 1964, publicó “Mi vida
con Picasso”, unas memorias de su vida con el pintor,
que fue un éxito de ventas, y que pese a su tono máximamente
amable con él, enfureció al artista, que le retiró
la palabra, así como a los dos hijos comunes. Su obra
'Paloma con una guitarra', de 1965, se vendió por 1,3
millones de dólares en 2021, en una subasta en Sotheby’s.
Françoise Gilot consiguió que sus quehaceres como
crítica de arte, sus obras y su trabajo llegaran a tener
el reconocimiento que siempre había merecido.