El Museo de Pérgamo,
el gran museo berlinés y uno de los más emblemáticos
de de la capital alemana, que acoge cada año a más
de un millón de visitantes, cerró ayer y no tiene
prevista su apertura completa hasta 2037. Esto se debe a la
profunda remodelación que van a acometer, y se centrarán
en rehabilitar el ala sur del museo, una zona que se encuentra
en muy mal estado de conservación, lo que afecta la estabilidad
del edificio y la seguridad de las obras expuestas. “Se
trata de un patrimonio cultural mundial excepcional que se encuentra
en un estado terriblemente ruinoso y que merece la pena para
nosotros”, señalaba Hermann Parzinger, presidente
de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano.
La monumental colección arquitectónica de la Antigüedad
que posee este museo como la Puerta de Ishtar del siglo VI a.C.,
el Gran Altar de Pérgamo, la Puerta del Mercado de Mileto
del siglo II o la fachada del Palacio Mushatta, tendrán
que permanecer en el lugar. Según ha declarado Barbara
Helwing, directora del Museo de Oriente Próximo, "es
técnicamente imposible desmantelar la Puerta de Ishtar
y exhibirla en otro lugar. Por lo tanto, debemos guardarlo bajo
llave durante toda la duración de las obras”.
El Museo de Pérgamo forma parte de un conjunto museístico
ubicado en el corazón de Berlín y su remodelación
está dentro del Plan Municipal para convertir la capital
alemana en un 'paseo arqueológico', haciendo sus espacios
culturales y museos más accesibles y sostenibles, y para
el que han presupuestado más de 1.200 millones de euros.