Helga de Alvear (Kirn/Nahe,
1936), una de las galeristas más importantes de España
y poseedora de una de las colecciones más importantes
de Europa. Con 21 años decidida a aprender el idioma
se traslada a estudiar Cultura Hispánica a la Universidad
Complutense de Madrid. A partir de ese momento, el resto de
su vida estará ligada a España. En 1958, en una
boda, conoce al arquitecto Jaime de Alvear. Como ella misma
ha contado en una entrevista, se produjo un flechazo y se casaron
al año siguiente, y con quien tuvo tres hijas.
El origen de su colección de arte se remonta a 1967,
cuando conoce a otra gran galerista de arte contemporáneo,
Juana Mordó, y entra en contacto con los artistas del
grupo en torno a Cuenca y El Paso. Su primera adquisición
fue una pintura de Fernando Zóbel pagada a plazos. Porque,
aunque venía de una familia con dinero, Helga de Alvear
no vivía cómodamente en aquella década
de los 70. Como explicó en la misma entrevista a 'AD',
su padre no le dio "ni un céntimo": "Mi
marido trabajaba haciendo viviendas sociales en Entrevías,
y mi padre dijo: "Te has casado con él. ¡Pues
te aguantas!". Y vivíamos con 3.000 pesetas al mes.
Por eso sé bien lo que es no tener dinero". Con
el tiempo, y pagando a plazos algunas de las obras, la colección
de Helga de Alvear va tomando la importancia que tiene hoy.
En 1980 comienza a trabajar en la galería Juana Mordó.
Dos años después, Helga se convierte en una de
las galeristas que apuestan por innovar en la escena española
con la creación de la feria ARCO.
Tras la muerte de Mordó en 1984, De Alvear toma las riendas
de la galería hasta que en 1995 decide abrir una galería
en Madrid bajo su propio nombre en un espacio de más
de 900 metros cuadrados junto al Museo Reina Sofía. En
este nuevo proyecto apuesta por el arte contemporáneo
más internacional con un especial interés por
la fotografía, el vídeo y la instalación
que en el momento son casi desconocidas en España.
Mas tarde da un nuevo giro a su trayectoria, y crea una institución
“sin ánimo de lucro, con vocación pública,
participativa y transparente” para albergar su colección.
En 2006 crea la Fundación Helga de Alvear, cuatro años
después se abre el Centro de Artes Visuales y, en 2021,
se inaugura, en plena pandemia, el Museo Helga de Alvear, en
Cáceres, que alberga una de las colecciones privadas
más importantes del mundo, con piezas de artistas que
van de Goya a Kandinsky, Louise Bourgeois o Ai Weiwei. Muchas
de ellas, instalaciones de gran formato.