Mariluz
Reguero abandonó el pasado 22 de diciembre la dirección
de la Fundación Picasso Museo Casa Natal de Málaga.
Desde círculos artísticos y culturales se valora
su marcha como positiva para esta Institución, que en
los últimos años no estaba viviendo su mejor etapa.
Reguero, no muy popular por el gran público, era conocida
en círculos más especializados por ser la esposa
de Eugenio Chicano un pintor local, que fue el primer director
de la Fundación Picasso, cargo que ocupó durante
más de una década.
Balance de la gestión.
Bajo su dirección (2003-2006), se ha realizado gran número
de actividades, pero las iniciativas o acciones culturales han
estado definidas por un modelo desordenado, sin ningún
denominador común, salvo la obligada vinculación
con Picasso. La acción no ha sido funcional y el esfuerzo
no ha ido dirigido a ninguna finalidad global. Sin finalidad
no pueden haber estrategias, por tanto, todo ha ido basándose,
en mayor o menor medida, en la improvisación, con el
daño que esto supone al prestigio e imagen de una institución.
Se han desatendido durante este periodo varios campos, algunos
que deberán ser analizados en profundidad, pero tal vez
la parcela más llamativa, ya que es una de las más
básicas y más cuidadas en cualquier entidad cultural,
ha sido el desinterés por el turismo. En las exposiciones
la información (carteles, folletos de mano, vinilos,
paneles, etc), solamente aparecía en español,
las quejas de visitantes han sido continuas, algo vergonzoso
en el siglo XXI. En esta misma línea se han situado las
protestas de los visitantes por la ausencia de catálogos.
Estas ediciones, muy costosas, no han tenido otra finalidad
que ser olvidadas en almacenes, ya que se han puesto ha disposición
del público, incluso en ocasiones, meses después
de la clausura de la exposición. Un error que se ha repetido
tristemente y que no se debe a otra cosa que a la improvisación
y el desinterés por parte de la antigua dirección.
Dimisión
voluntaria o forzada.
Mariluz
Reguero, hasta ahora directora de la Fundación Picasso,
presentó la dimisión de su cargo en una carta
presentada en el Ayuntamiento de Málaga antes del mediodía
del pasado viernes 22 de diciembre, tras haberse reunido esa
misma mañana con el concejal de Cultura. Varias fuentes
aseguran que Mariluz Reguero, ha sido forzada a dimitir, lo
cual no es de extrañar tras su más que discutida
gestión. La gota que puede haber colmado el vaso y la
paciencia de la administración local, de la que era un
cargo de confianza –La Fundación Picasso es un
ente autónomo dependiente del ayuntamiento gobernado
en la actualidad por el PP-, ha sido la noticia de que iría
en la candidatura del PSOE a la Alcaldía de la capital
malagueña en las elecciones del 27 de mayo de 2007. Tras
esta supuesta traición, una vez hecha pública
por la prensa, una dimisión, más que sugerida,
puede haber sido el camino menos dañino para su imagen.