Banksy, decorador de hotel / Últimas Noticias / Homines. Portal de Arte y Cultura

El sello del grafitero marca cada estancia de este hotel que cuenta con diez dormitorios, y que abrirá al público el próximo sábado 11 de marzo con un precio que parte desde los 30 dólares (28,4 euros) la noche, según informaron los medios locales.
El establecimiento está localizado en el área C de Cisjordania, bajo control militar de Israel, por lo que tanto palestinos como israelíes podrán visitarlo y sus rótulos están escritos en inglés, árabe y hebreo. Desde las habitaciones del hotel se ve la barrera de hormigón que Israel levantó en 2003, por lo que el director del establecimiento, Wisam Salsah, lo ha descrito como "el hotel con las peores vistas del mundo", según recoge el digital israelí Times of Israel.
Uno de los murales más llamativos es el que está situado en la habitación número tres, a la que han llamado "sala de Banksy", donde un Policía de Frontera y un palestino están inmersos en una pelea de almohadas, también destacar la instalación del vestíbulo, donde pueden verse tirachinas, mazas o cámaras de seguridad. El hotel también cuenta con una suite presidencial y un museo con trabajos con fuerte carga política del artista.
Banksy es asiduo en los territorios palestinos donde ha dejado varios de sus trabajos más reconocidos y emblemáticos como el de la niña que vuela sujetando unos globos rojos o el hombre que retira la pared como si fuera una cortina y muestra el mar.
El pasado año se coló en Gaza y realizó cuatro murales callejeros, “Daños de bomba" sobre una puerta de metal de una casa de dos pisos que fue destruida en la guerra de 2014, que representa a la diosa griega Niobe (una mujer que se convirtió en piedra después de que los dioses asesinaran a 14 de sus 16 hijos por enorgullecerse de su capacidad procreadora); un gato que juega con una especie de ovillo de lana dibujado en un muro; varios niños jugando en un tiovivo cuyo eje central es una torre de vigilancia israelí; y una pintada en letras rojas en el que se lee: “Si nos lavamos las manos en el conflicto entre los poderosos y los que no tienen poder, nos ponemos del lado de los poderosos: no nos mantenemos neutrales”.
El grafitero se ha convertido en un icono de libertad y denuncia sobre el conflicto palestino israelí, y sus trabajos son parte de las rutas que los visitantes hacen por los territorios ocupados.